¿Dónde estás?

¿Dónde estás? Te seguiré buscando, aunque no te encuentre, aunque no sepa bien si eres un sueño o una cita sin fecha ni lugar.

¿Dónde estás? Yo miro atentamente a la vera del camino, al horizonte, en los recodos. Miro sombras en el bosque y detrás de los arbustos, y no te perciben mis sentidos, pero mi alma te siente cerca.

He aprendido a ser paciente, y sigo caminando por aquí y por allá, por los viejos senderos de mi infancia, por los que todavía no conozco, por estos de todos los días… No estás en las vidrieras, ni en los bancos de la plaza, ni en el parque. No estás aquí conmigo, pero tal vez estás. Y recorro la playa de punta a punta, subo a los médanos, me siento en las rocas a descansar… Voy recitando un poema conocido y me parece escucharte a coro, con la voz del viento, con la voz del mar.

¿Dónde estás? Ni en el muelle ni en las pocas sombrillas, ni en el camino insinuado entre pastos duros y ralos… Ni en el arroyito, ni juntando caracoles en las huellas de mejillones molidos, ni buscando objetos curiosos en la resaca que se amontona en una franja de la arena.

Pero buscarte es mi bandera, y no desespero.

A veces me detengo, y siento que vendrás. Salgo a ver las estrellas y te busco en la profundidad oscura, en los secretos de la noche donde tal vez estás, pero te ocultas.

Y cuando la luz del alba asoma tenue por oriente, te busco en la claridad que nace por el cielo, en los colores que despiertan por todos lados, en el reloj, en la tibieza que ingresa por las ventanas, en el café recién servido.

…Y sigo sin saber si eres un sueño, o una cita sin fecha ni lugar.

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Alberto Vaccaro, 18 de junio de 2021.

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