Décimas de los diez
Gerardo, que en los diez años
de vida que vas llevando
sigues franco conquistando
entre amistades y extraños,
los lauros de los escaños
de tu tan querida escuela,
la que siempre se desvela
por darte conocimiento
abriendo tu entendimiento
dejando en tu alma su estela.
Hoy te saludo en tu día
confiando en que has de seguir
un fecundo porvenir
que te llene de alegría
luchando con valentía,
para obtener la victoria
que trae junto con la gloria
el noble afán de ser bueno,
y ánimo siempre sereno
para tu eterna memoria.
Y sin cortesías vanas,
con mucho orgullo tu padre
y con emoción tu madre,
desde las horas tempranas
se unen a tus hermanas
para rendirte homenaje,
porque te ven con coraje
para hacer frente a la vida,
y ven lindo en la subida
tu victorioso carruaje.
La vida se te presenta
con muy singular destello,
ya que vivir es muy bello
que al alma inunda y contenta,
porque estando siempre atenta
a obrar por doquiera el bien,
sabe que tiene también
el crisol de la entereza,
redoblada fortaleza,
valdrá siempre cien por cien.
Yo quisiera conquistar
una a una las estrellas,
tener las flores más bellas
para poderte obsequiar,
mas me habré de conformar
con mi presente sencillo
que no tiene mucho brillo
pero llega al corazón:
que no intenta ser canción
ni seco canto de grillo.
Isabelino Pérez Sierra
Cura párroco
1984
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