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.Inaugurado el 31 de agosto de 2005
RESEÑA HISTÓRICA DE SU CREACIÓN, EN EL DISCURSO DE ALBERTO VACCARO, PARA CONMEMORAR EL 16° ANIVERSARIO DE SU INAUGURACIÓN. (31 DE AGOSTO DE 2021)
(audio en YouTube)
La historia señala que la ciudad de Pan de Azúcar fue fundada en el año 1874, aunque fue un proceso largo y hubo un intento anterior, en 1823.
Desde mucho antes había asentamientos en la zona, y funcionaba una posta de diligencias donde hoy está el Barrio La Viviana.
Desde aquellos años la población ha aumentado, en un lugar que es vértice de rutas muy transitadas.
Con su zona de influencia, Pan de Azúcar tiene probablemente catorce mil habitantes.
En Uruguay existe el cuerpo de bomberos desde 1887.
En 1942 se crea el destacamento de Bomberos de Maldonado, y se completa la creación de destacamentos en todas las capitales departamentales.
En Piriápolis, las fuerzas vivas lograron su cuartelillo en 1979, más concretamente, el 30 de agosto de 1979.
Pan de Azúcar, con un área rural muy extensa, y centros poblados satélites bastante alejados, justificaba desde mucho antes un destacamento de bomberos ante la ocurrencia de incendios.
Basta mirar un mapa y unir imaginariamente Km 110, Nueva Carrara, El Renegado, y barrios distribuidos en una superficie también muy amplia, desde la Estación, Las Brisas, Belvedere, Sur y La Viviana.
Pero las funciones de los bomberos son muchas, no sólo incendios: rescate de personas atrapadas en siniestros de tránsito, rescates en casos de inundaciones o desastres naturales, o de personas lesionadas y extraviadas en paseos como el Cerro Pan de Azúcar, cerro de las Ánimas, entre otros.
Piriápolis está a poco más de diez kilómetros, y en un día de invierno o de poco tránsito, esa distancia se puede cubrir con una Auto Bomba Tanque (ABT) en 15 o 20 minutos. Pero si es en verano, cuando calles y rutas están llenas de vehículos, el tiempo se extendía a 30 o 40 minutos… Demasiado para una emergencia. Y eso siempre y cuando los bomberos de Piriápolis no estuvieran ocupados con un siniestro en el balneario.
La aspiración de contar con bomberos, fue creciendo espontáneamente en la ciudad de Pan de Azúcar.
Rotary Club de Pan de Azúcar tomó la iniciativa, como pasó con otras importantes concreciones de la Ciudad.
Lo primero fue conseguir un terreno, y la Seccional 3ª contaba con un extenso predio, por lo que se realizaron las gestiones correspondientes con el Ministerio del Interior.
Walter Razquín, varias veces presidente del Club, se tomó el asunto como objetivo y dedicó su esfuerzo en tiempo completo. Como su casa está casi enfrente al predio donde se levantó el edificio, se lo veía a cada rato cruzar por algún detalle, ir y venir, y estar atento a cada cosa que hacía falta.
Claro que contó con la entusiasta participación de todos sus compañeros del Club, y de personas que, desde sus empresas, dieron un fuerte apoyo.
Ese fue el caso, por ejemplo, del Sr. Javier Maresca, Director de la Compañía Nacional de Cemento, que aportó gran parte del material necesario para la obra.
La población realizó sus aportes a través “la campaña del ladrillo” y de alcancías que se hicieron circular puerta a puerta y por las calles y comercios, quien quería donaba dinero, o ladrillos, bloques o materiales en general, y los mismos bomberos asumieron tareas de albañilería para la construcción.
También la Intendencia destacó a un capataz y cuatro funcionarios, durante 4 meses, para colaborar con la construcción.
URAGUA donó dos mil dólares en hierros, y Barraca Alianza tuvo paciencia infinita para aguardar el pago de las deudas por materiales. Esos por nombrar sólo algunos de los tantos comercios que colaboraron.
El carpintero Asdrúbal que hizo los marcos y puertas, Sureda mármol, y así varios aportes trascendentes, cada uno desde su especialidad.
Muchas personas se pusieron al hombro esta conquista para la ciudad, y seguramente no podré nombrarlas a todas. Pero quiero hacerles homenaje en estos nombres: Walter Razquín y Ricardo Almada, a quienes vi permanentemente en esta empresa, más que si fuera propia.
De acuerdo a datos aportados por Rotary Club de Pan de Azúcar, sus integrantes eran en aquellos tiempos:
Walter Razquín
Ricardo Almada
Ricardo Acosta
Ricardo Márquez
Julio Orsi
Enrique Dufour
Alberto González
Richard Wellington
Andrés Duarte
Héctor Fontes
Ruben Sosa
Alejandro Mónaco
Víctor Mónaco
Gerardo Sosa
Eduardo Lema
Ruben Pérez
Emilio Falvo
Luis Bianchi
Daniel Muhlethaler
Miguel Fajardo
Adrián Otormín
Teodoro Ascorreta
Omar Pepe Sentena
El 31 de agosto de 2005 fue inaugurado este destacamento, aunque el servicio estaba instalado hacía ya seis meses, desde el 28 de febrero del mismo año, en la Seccional 3ª.
En esa etapa previa de seis meses, eran tres bomberos por guardia de 24 horas, y el responsable era el Cabo Mauricio Romero (quien hace 5 años se jubiló en este destacamento)
Luego del 31 de agosto, el primer Jefe fue el Sub Oficial Mayor Armando López.
Hoy, en este emplazamiento de la calle Feliz de Lizarza 577, el Destacamento de Bomberos es un gran logro para la Ciudad.
Actualmente bajo el liderazgo del Sub Oficial Mayor Nerio Da Motta, tiene 13 funcionarios, un camión y una camioneta. Cuenta con alojamiento para 7 funcionarios de guardia.
Debe atender un área muy importante, que va desde el km 80 hasta el 127 de la Ruta 9, desde el peaje de Solís hasta el km 107 de la ruta Interbalnearia, ruta 37 hasta la entrada a ruta 73 y ruta 60 hasta el Km 40.
La labor no es sólo salir a apagar incendios, y todas las tareas que ya mencionamos en rescates. Es también la prevención, protección de lugares de espectáculos públicos, la educación para la conciencia sobre el uso cuidadoso de elementos de calefacción, la defensa de la Industria y del medio ambiente bajo el concepto de autoprotección, y tantas otras cosas.
Sería imposible reseñar en pocas palabras, las actuaciones en todos los rubros, que han beneficiado a familias, comerciantes, productores rurales, automovilistas, turistas rescatados, y mucho más, que dan plena razón a quienes lucharon por conseguir este servicio instalado acá.
Hoy, 16 años después, en Pan de Azúcar, el destacamento de bomberos está integrado a la realidad cotidiana tan fuertemente, que no es imaginable su ausencia.
Desde el corazón de la ciudad toda: ¡Feliz Cumpleaños!