Margarita M. de Bonilla

Dios te lo ha dado

El sol que te acaricia y que te besa

El agua que florece en tus espigas

La aurora que amanece en la belleza

de una mañana azul, plena de vida

El ave que se esconde en la maleza

Y te ofrece sus dulces melodías,

Esa luz que encendida en mil estrellas

Irradia su fulgor en tus pupilas.

Esas flores que embriagan con su esencia

Y en colores alegran y acarician

Esa canción sutil que te embelesa,

Ese rayo de luz que te ilumina.

Esa frase de amor (sedante entrega)

Cuando el dolor nos hiere con su espina,

Esa mano que tiéndese sincera

Cuando sin reclamarla la precisas

Todo es obra de Dios que en su grandeza

Nos acerca su dádiva divina,

Porque hasta en una lágrima comienza

Ese caudal de amor que nos dio vida.

Margarita M. de Bonilla

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