El proyecto de Ganadería Familiar Resiliente cerró el 2020 con avances para que los explotadores de campos entre 80 y 100 hás promedio de Pan de Azúcar mayoritariamente bovinos (aunque hay mixtos bovinos y ovinos), puedan gestionar su producción no en base a «eventos» sino planificadamente.
Desde el punto de vista sanitario, el veterinario Carlos Corujo que trabaja con la Sociedad de Fomento Rural de Pan de Azúcar señaló que en el 80% de los casos hay poca planificación basándose el manejo por «eventos» y no como resultado de una estrategia prodcutiva.
El profesional comentó en un audiovisual del proyecto sobre el trabajo realizado en 2020, que la apuesta es desarrollar un «manejo» adecuado que los productores deberán incorporar en función de sus posibilidades.
La presidenta de la SFR Mireya Pimienta señaló que es fundamental el aporte técnico sobre todo en tiempos de cambio climático.
Objetivo
El proyecto apunta a trabajar con 50 productores familiares dedicados a la ganadería de cría, vinculados a organizaciones de base de Comisión Nacional de Fomento Rural de las regiones de las Sierras del Este y Basalto Norte.
Mediante la implementación del enfoque de co-innovación, se promoverá la incorporación de buenas prácticas ganaderas en los predios, que recibirán asistencia técnica agronómica y veterinaria.
El Instituto Nacional de INvestigación Agroepcuaria (INIA) a través de su Programa de Producción Familiar y en coordinación con la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República (Udelar), apoyarán a CNFR en el desarrollo y la sistematización de este proceso.
El proyecto Ganadería Familiar Resiliente es ejecutado por la Comisión Nacional de Fomento Rural en sociedad con INIA.
Forma parte del Programa EUROCLIMA+, el cual es financiado por la Unión Europea y co-financiado por los gobiernos de Alemania, Francia y España, para promover el desarrollo ambientalmente sostenible y resiliente al clima en 18 países de América Latina, en particular para el beneficio de las poblaciones más vulnerables.