Los pueblos tienen personajes.
¿Qué diferencia a los personajes de los demás habitantes?
Seguramente porque viven a su manera, actúan de acuerdo a su propio estilo, no se obligan a seguir las costumbres ajenas, o tienen alguna faceta muy destacada.
Pan de Azúcar los ha tenido, no sé si más o menos que otros pueblos, pero muy auténticos. Ellos fueron marcando la identidad, o la idiosincrasia reconocida de la comunidad.
¿Podría nombrarlos sin cometer omisiones? Creo que no. La lista sería muy larga. Pero mi comentario se refiere a uno recientemente desaparecido.
Jorge Reyes estaba en todos lados: en el fútbol, actos políticos, remates, beneficios, desfiles, celebraciones… No había que buscarlo, su presencia se hacía evidente con su gesto de buena persona, su solidaridad para colaborar, para estar porque había que estar.
Bromeando dije varias veces que, si había tres personas en algún lugar, uno era Jorge Reyes.
Tenía una gran habilidad para saber dónde estaba la movida. Estaba enterado de todo. Cundo me veía, me ponía al tanto de las autoridades presentes, del autor de un gol, de un accidente, o un robo. Él sabía.
Pocas veces salía de mi casa a hacer las compras, sin encontrarlo, cruzarme con él, o pararme un minuto a charlar.
Nada de lo anterior me hace distinto a la gran mayoría de la gente que conozco. Todo el mundo le tenía aprecio.
Ahora, que no me lo encuentro, me parece verlo por aquí o por allá. No tenía títulos profesionales, ni era un futbolista famoso, ni un artista… No hace falta nada de eso para ser un personaje popular y querido. Era Jorge Reyes, “Van Halen”… ¡Increíble que se haya ido!