Yo soy de aquí.
Tengo un lugar.
Aunque mi padre vino de otro país y allá me siento bien… Yo soy de acá, porque es acá donde está mi historia.
Y aunque soy un trocito minúsculo de universo, y los átomos que me forman los tengo sólo en préstamo, las coordenadas de mi tiempo se unieron en esta tierra, en estos cerros gastaditos y viejos, de pasto ralo y olor a mar.
Si algo quedará de mí, será lo poco que hice por mi pueblo, por mis alumnos, por mis oyentes, por mis lectores.
Yo soy de aquí, donde está el cerro que llevo dibujado en el alma, el arroyo, y el pueblo crecido en la colina modesta. Acá, donde están mis mayores recuerdos, las calles que amo, la casa donde crecí, y los campitos por los que corrí tardes enteras rodeado de amigos.
…Donde existen juntas la plaza de hoy y la que conocí, los comercios actuales y los de ayer, los habitantes presentes y los otros, que dejaron huellas tan marcadas, como para verlos pasar a diario por las veredas intemporales.
Estuve escuchando a Facundo Cabral, cuando cantaba “No soy de aquí, ni soy de allá”. Es una canción que emociona, que analiza aspectos muy válidos de la existencia y de la vida… Pero me quedé pensando que, aunque valoro su poesía, yo sí soy de aquí.
Puede haber elegido vivir en otro país, y sufrir la ausencia de las raíces, la lejanía cruel, como le pasó a mi padre… Él vino por la aventura americana y murió mucho después, sin dejar de añorar su patria cada día.
No sé si fue la empatía que siempre tuve con su dolor, que me formó más apegado al terruño. Me gusta viajar y conocer, y hasta recorrer las calles del pueblo italiano que mi padre me hizo ver en sus relatos de sobremesa. Pero sé siempre que quiero volver.
Y basta este paisaje, el cerco de cerros, el salitre del Río de la Plata, el bosque nativo que acompaña a los arroyos, las rutas que se anudan en mi pueblo y siguen, las calles llenas de afectos, mi gente, para saber que yo sí tengo un lugar, y estoy aquí.
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Alberto Vaccaro, 29 de mayo de 2021