¿Me estabas mirando?
Tus ojos estaban en el río,
reflejados en el agua
y en los míos.
Nos encontramos
frente a frente
en la orilla
de los mundos que habitamos,
y de la mano
me llevaste a tus rodillas,
para hablarme
de lo bueno y de lo malo.
Soñaste con mis logros,
más que yo.
Mis pasos pequeños
te alegraron,
mis fracasos te dolieron.
Tan atenta siempre
a mi progreso,
te veo, frente a frente
de una a otra
dimensión del Universo…
Siempre cerca.
Tan cerca
que siento tu presencia,
siento tus ojos en mi camino,
y hasta percibo
tus intentos de auxilio,
tu ansiedad por estar conmigo,
tu razón de madre,
sin descuido.
(4 de enero de 2022)
.-.
Sólo tu voz
viaja desde lejos,
como un susurro
en el viento,
como los dedos de la lluvia
en el teclado del techo,
como la luz de las estrellas
en mis ojos.
Sólo tu voz,
tu mensaje de paz,
de amor, con esa calma
contagiosa y segura.
Sólo tu voz
me llega al alma,
con una canción de cuna,
con una dulce melodía,
o un bolero enamorado.
No conozco tus ojos,
el color de tu piel,
ni tu figura…
sólo un armonioso silbido
en el ramaje,
un coro de trinos
en el bosque,
un poema recitado en voz baja
donde rompen las olas
en la playa.
-.-.